sábado, 5 de marzo de 2016

Familia Cistaceae

También reconocidas como cistáceas, las joyas naturales tocantes a nuestra familia presente, conforman una colección maravillosa que, por su color y belleza, no le es indiferente a nadie. Sus cualidades van desde lo decorativo hasta lo curativo. Al respecto una de sus especies más sobresalientes es la Cistus ladanifer que posee flores asaz llamativas y una resina particular, el ládano, la cual durante muchos años fue usada con propósitos medicinales.

La Familia Cistaceae está representada por unas 175 especies distribuidas en 7 géneros, de éstos el género Hellianthem agrupa el mayor número de exponentes. Las cistáceas se encuentran de manera muy prolífica en zonas templadas de Europa, especialmente en el Mediterráneo. De igual forma se les pueden encontrar en América del Norte (Hudsonia tomentosa) y en ciertas zonas de América del Sur (Halimiun brasiliense).

Generalmente crecen como hierbas o arbustos, con hojas opuestas y flores de tamaño vistoso que bien pueden estar solitarias o en pequeños grupos, así que la corola (el conjunto de pétalos) puede estar organizada en tres o cinco pétalos, entre tanto el cáliz cuenta con una proporción muy similar de sépalos.


Los usos ornamentales de la Familia Cistaceae son bien conocidos, específicamente el género Halimiun y el Cistus son los que mayores  ejemplares aportan para deleite de jardineros. En ese sentido la estepa negra (Cistus monspeliensis) es una de las preferidas, aunque como habíamos mencionado anteriormente, como buena cistácea la estepa negra también es usada en medicina y contrario a su título, no es negra, su matiz verde oscuro crea dicha ilusión óptica, especialmente el cuerpo de su alto arbusto, porque eso sí, posee una corola de inmaculado blanco.