¿Buscas
orquídeas? Estás en el lugar correcto; te encuentras en el hogar más formidable
para estas bellas damas, donde podrás hallar la más increíble colección de
orquídeas en el mundo, 4.270 especies para ser más exactos, de las cuales 1.572
son endémicas.
Como
verás, nos resulta imposible enumerarlas en este sencillo espacio, pero basta
con decir que en Colombia la Familia
Orchidaceae se da todo el gusto que quiera con unos 276 géneros en su haber, esto
es, casi la tercera parte de lo que la familia tiene en todo el globo
terráqueo. Razón demás para afirmar que las orquídeas colombianas no tienen
competidor en ninguna parte.
Y es
que no existe rincón en el territorio nacional donde no se registre la belleza
más codiciada del reino vegetal. Al respecto, la Región Andina contiene el
mayor número de especies 2.542 (de ellas 944 son especies endémicas), en orden
de número le siguen la Región Pacífica con 533 y la Orinoquía con 143. Ahora
bien, la exuberancia de las orquídeas colombianas es tal, que se afirma que un
solo árbol, con las condiciones favorables para estas epifitas, puede dar
hospitalidad a mayor número de especies, que el que podría ofrecer un bosque
entero de un país que cuenta con las cuatro estaciones anuales. Qué tal la
cifra.
De
suerte que tienes todo un abecedario floral frente a tus ojos, porque de la A a la Z Colombia posee más de un
millar de orquídeas que solo prosperan en el territorio nacional, de estos
bellos especímenes se destacan orquídeas como la hechizante Catleya trianae, la flor nacional que
obtuvo este honor en el año de 1936 según concepto de la Academia Colombiana de
Historia. Recibe el nombre de su especie en homenaje al médico, botánico y
explorador José Jerónimo Triana.
Aunque
huelga decir que la maravillosa exponente de las catleyas no se encuentra sola como objeto de devoción
de naturalistas, artistas y aficionados a embellecer todo tipo de espacios,
también se encuentran otras beldades como ―por solo mencionar algunas― la Dracula
simia u orquídea mono, que posee una interesante nomenclatura que hace
honor a su enigmática morfología con cara de mono vampírico (también se le
encuentra en Ecuador); la Flor del Espíritu Santo (Peristeria elata) la cual no desentona el delicado nombre con su
inmaculado ajuar: su corola de perfecta blancura resguarda lo que parece ser
una pequeña paloma blanca, sencillamente hay que verlo para creerlo.
Y la
clave para todo este derroche de belleza y complejidad natural en número y cualidades
estriba en las extraordinarias bondades que posee Colombia para dar cobijo a
miles de especies de flora y fauna: variedad de climas, fertilidad de suelos,
hidrografía, etc. Así que… repetimos con gran orgullo: si buscas orquídeas, las
orquídeas colombianas, por número, elegancia, complejidad y endemismo, son
apuesta segura para engalanar desde el más sencillo jardín hasta el gusto más
exigente y exquisito (ADVERTENCIA: para propósitos comerciales siempre se debe
estar informado si la especie de interés es o no un ejemplar amenazado).